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¡Hola, familias aventureras! Soy vuestro guía para una escapada otoñal a Sliema, Malta, un paraíso para los paladares curiosos. Prepárense para una experiencia deliciosa y llena de descubrimientos, teniendo en cuenta que el otoño en Malta ofrece un clima suave y soleado, perfecto para disfrutar tanto de actividades al aire libre como de acogedoras tardes. Las temperaturas oscilan entre los 18 y los 24 grados Celsius, con cielos despejados la mayoría de los días.

Imaginen esto: paseos por el pintoresco paseo marítimo de Sliema, con el Mediterráneo como telón de fondo. El aroma a sal marina se mezcla con el irresistible olor a pastizzi, esos deliciosos pasteles rellenos de ricotta o guisantes, un must de la gastronomía maltesa. Hablando de comida, el pescado fresco es el rey en Malta, ¡disfruten de exquisitos platos de pescado a la parrilla en uno de los muchos restaurantes con vistas al mar! Esperen gastar alrededor de 25-40€ por persona y día en comida, dependiendo de sus elecciones.

En otoño, las multitudes en Sliema son menores que en verano, lo que facilita explorar las atracciones principales, como la iglesia parroquial de Stella Maris, con su imponente arquitectura barroca. El acceso a la mayoría de los lugares es fácil y accesible para familias con niños, con transporte público eficiente y asequible. Un billete de autobús cuesta alrededor de 2€. Para moverse con más libertad, pueden considerar alquilar un coche (aproximadamente 30€ al día), aunque el transporte público es suficiente para recorrer Sliema y sus alrededores.

Las actividades otoñales abundan: visiten el Museo Marítimo de Malta para aprender sobre la rica historia naval de la isla, o exploren las fascinantes catacumbas de San Pablo y Santa Agata. Las entradas a museos suelen costar alrededor de 10-15€ por persona. Para los más pequeños, los parques y jardines ofrecen un respiro perfecto para jugar y disfrutar del aire libre. No olviden probar el kinnie, una bebida gaseosa de sabor a naranja amarga muy popular en Malta.

La cultura maltesa es una fusión de influencias mediterráneas, con una mezcla de tradiciones italianas y británicas. La gente es cálida y acogedora, siempre dispuesta a charlar y compartir historias. Escuchen atentamente, porque cada conversación puede ser un capítulo más de su aventura maltesa. Las noches suelen estar animadas por la música tradicional maltesa, con sus ritmos alegres y contagiosos que se escuchan en pubs y restaurantes. En cuanto a mascotas, los perros son comunes, y las plantas mediterráneas, como los olivos y los cítricos, adornan el paisaje.

Para un viaje familiar de una semana a Sliema, teniendo en cuenta los precios mencionados: alojamiento (aproximadamente 70€ noche en un apartamento familiar), comida (25-40€ por persona y día), transporte (entre 2€ en autobús o 30€ por día en alquiler de auto), actividades (10-15€ por persona en entradas a museos y atracciones), el coste total podría oscilar entre 1000€ y 1800€ para una familia de cuatro personas. Esto es una estimación, y el coste final dependerá de sus preferencias y elecciones. Recuerden que la experiencia y los recuerdos creados son incalculables. ¡Buen viaje!